La vida no está hecha para pensar en lo malo, ni en lo peor, para quedarte con los no, los que no fueron, los momentos desperdiciados, las personas perdidas... La felicidad está al alcance de tu mano, solo tienes que extenderla y y acariciarla con tus dedos. Por ello, sonríe. La luz de una sonrisa. Las pequeñas cosas te hacen sonreír. Ya empieza tu sonrisa, como el son de la lluvia en los cristales. La tarde vibra al fondo de frescura, y brota de la tierra un olor suave, un olor parecido a tu sonrisa, y a mover tu sonrisa como un sauce con el aura de abril; la lluvia roza vagamente el paisaje, y hacia adentro se pierde tu sonrisa, y hacia dentro se borra y se deshace, y hacia el alma me lleva, desde el alma me trae, atónito, a tu lado. Ya tu sonrisa entre mis labios arde, y oliendo en ella estoy a tierra limpia, y a luz, y a la frescura de la tarde donde brilla de nuevo el sol, y el iris, movido levemente p...